Somos parte de una comunidad en transición que procura recuperar el equilibrio para una coexistencia pacífica entre todas las formas de vida, el paisaje y la sociedad humana. Habitamos los Andes Tropicales ricos en vida, abundante y diversa, cuyos servicios ecosistémicos sostienen una gran red vital de comunidades, bosques y ríos. El noroccidente ecuatoriano con sus intrincados accidentes geográficos dio lugar a la Cordillera del Toisán, en donde se han precautelado maravillosos bosques nublados. En el Bosque Protector Los Cedros, la Estación Científica “José Decoux”, que es parte del enorme legado que dejó a la humanidad su fundador, es el epicentro de una red mundial de articulada que refleja un nuevo modelo de convivencia planetaria.